lunes, 19 de mayo de 2014

CUANDO UN ALUMNO SE VA, ALGO SE MUERE EN EL AULA

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En esto de la enseñanza se hacen muchos homenajes...cuando alguien se jubila, cuando un profesor se va a otro instituto, cuando alguien se casa o procrea...
Se habla en esos eventos de todo tipo de virtudes, a veces exageradas y otras veces no tanto...lo que no es habitual es que se despida a los alumnos de manera personalizada, se hable de ellos como personas únicas e insustituibles que son, no como una masa que se desplaza desocupando unos pupitres que ocupa otra masa unos meses más joven que la anterior.
Yo nunca he sido muy amigos de homenajes, ni de unos ni de otros tipos. Creo que todo el mundo es irrepetible y que cualquiera merece que se ponga en valor algo que sabe o que puede hacer. Al fín y al cabo, eso es, o eso debería ser, la enseñanza.
Pero este curso me he encontrado una generación de alumnos que merecen un homenaje de los de verdad, algo más que un diploma y una palmadita, o que unos buenos números en el expediente.
Todos los alumnos que he tenido en mi vida, sin excepción, han dejado una huella importante e indeleble en mí, me han dado más, sin duda, de lo que yo les he dado a ellos.
Los, por el momento, pocos, que he tenido en A Estrada no han sido una excepción. Todos y cada uno de los que han pasado por las maltrechas aulas de dibujo del Mgb han sido para mí un aliciente para ir a trabajar, me han cargado las pilas y me han enseñado muchas cosas...aunque esto pueda sonar a falsete, sé que más que yo a ellos. Esto no es sólo un trasvase de conocimientos...también lo es de energías, de valores y de muchas cosas intangibles que no vienen en los libros ni se reflejan en boletines.

Pero este generación me ha dejado una huella especial. Nunca he tenido tantos alumnos juntos con tanta fuerza creativa, pasión y empatía como la que me cayó en gracia hace dos años y pico. Sabía, en cuanto los tuve delante, de aquella desperdigados en cuarto de la ESO, que eran personas especiales. Lo son todos, pero ellos un poquito más. Por lo menos lo eran para mí, ya que compartía con ellos muchas inquietudes e ideas que no es fácil compartir con casi nadie, alumno o no alumno.
Sus observaciones, sus inquietudes, su trabajo e incluso sus críticas siempre me han resultado interesantes, siempre me han sido muy útiles y me han hecho crecer a mí también.
El hueco que dejan en este aula y en el instituto es imposible de llenar. Se que nunca tendré una clase como este segundo que sólo lleva un día ausente y ya parece una eternidad.
Si uno por uno son únicos, todos juntos forman un grupo cuya electricidad y energía contagiosa es algo fuera de lo común, es como el paso de un cometa que puedes ver una vez en la vida, pero que sabes que no volverás a ver.

Estos días ha muerto Giger, el creador de monstruos y modelador de pesadillas. Es una lástima que no haya conocido a ANDRÉ, porque se hubiera ido al otro barrio un poco más tranquilo.
André y sus dibujos, de enfermiza e infernal precisión, con esa línea clara capaz de entrar, como un bisturí maligno, en las zonas más oscuras del subconcsiente, y encima, de crear belleza con ese delicado material, con el que otros se ahogarían en el lado oscuro. Sus dibujos son tan buenos que lo mismo podrían decorar una discoteca de corte satánico que una guardería (de hecho, esto último ya ha ocurrido).

ALEJANDRO es otro ejemplo de virtuosismo de los que dan envidia. Maneja cualquier lenguaje como si lo llevara haciendo toda la vida, siempre con ese aire de suficiencia (nada impostado, totalmente natural) como si pudiera hacer algo grande en una tarde y aún le sobrara tiempo para merendar. Con un lenguaje también agresivo, heredero de la estética de los videojuegos, y con un poderío absoluto sobre cualquier utensilio, sea lápiz, cartón, cámara de vídeo u ordenador. Y encima es buen actor, como demostró en su memorable dobla actuación en el musical de marras...

BRAIS es un muy digno representante del "menos es más" de los minimalistas. Y no me refiero a su tamaño. Me refiero a su capacidad para transmitir ideas y conceptos a través del diseño, siempre de la manera más sencilla y directa, sin subterfugios ni redundancias. Sus dibujos son tan directos y eficaces como su forma de expresarse, siempre franca y sin rodeos. Sus trabajos, enormemente personales, son como un puñetazo en la mesa. Sin pretensiones, claros y contundentes. Su presencie en la clase, siempre alegre y optimista, también dejará un hueco mucho enorme: menos es más.

ABEL es otro alumno irrepetible. Más profesional que muchos profesionales, exigente como pocos, y siempre dispuesto a aprender cosas nuevas. Dotado de una visión incisiva y de una capacidad de trabajo estratosférica, y además haciendo cada cosa mejor que la anterior. Sus trabajos en video son una apabullante lección de ritmo, un ejemplo de frescura mezclada con buen hacer. Detrás de su aspecto tranquilo y pausado se adivina un alma en constante búsqueda, imposible de frenar, una mente creativa (y resolutiva) de alta cilindrada.

Qué decir de ÓSCAR que alguien no sepa en kilómetros a le redonda. Su empatía y privilegiada inteligencia emocional me impresionaron desde el mismo día en que lo conocí y que recuerdo perfectamente como si fuera ayer. Un alumno, un compañero que todo el mundo querría tener. Siempre con ánimo desinteresado de ayudar y colaborar en todo, ajeno a protagonismos y a cualquier notoriedad, es, sin proponérselo, uno de los personajes centrales de este MGB, y uno de los que más se echarán de menos.
Su tranquilidad y afabilidad no le restan capacidad crítica ante las injusticias (como a todos sus compañeros) ni tampoco capacidad de superación y actitud sismpre positiva y atenta.

MICAEL es otro alumno de los que dejan huella sin proponérselo. Yo que suelo comparar a la gente con personajes del cine siempre he visto en él a ese gran (pero gran) personaje que fue Radio Raheem en la película Haz lo que Debas. Un gigante de verbo escaso pero contundente, oportuno y preciso, que escuchaba siempre la misma canción en su radiocasete y que escondía un potente mundo interior que canalizaba a través de esa música. Micael siempre repite también dibujos similares, héroes fuertes, retratados con frontalidad y contundencia, personajes que canalizan una creatividad de la que, si se lo propone, sacará, seguro, grandes cosas.

No se dónde y cuando escuché que la arquitectura y la música eran las artes ambientales, en el sentido de que no ocupaban un espacio concreto sino que lo envolvían, y en cierto modo, lo creaban. Nuestro espacio arquitectónico no es para echar cohetes, pero nuestro ambiente musical durante estos dos años no ha podido ser mejor. De eso es responsable, sin duda, ANDRÉS. Su música ha llenado nuestras clases durante dos años, nos ha inspirado y nos ha hecho trabajar, volar mentalmente a muchos lugares fuera de las cuatro paredes de la clase. Sin perjuicio de los compañeros del bac de musica, que también nos regalan algunas notas, la de Andrés será una ausencia que tambien notaremos cada hora en que no esté, conectando silnaciosamente su móvil a los altavoces y regalándonos eso que es lo suyo, la música.

Qué decir también se ISAAC, el Rey León. Con una capacidad creativa descomunal, una mirada incisiva, cargada de mensajes subliminales, de pasión pero también de cabeza, de espíritu analítico. Capaz también de moverse en todos los lenguajes como pez en el agua, de hacerlo con una soltura insultante, transformando como por arte de magia sus dudas en contundencia, en trabajos redondos, pero siempre con un punto extrañanamente personal e inquietante, como cubiertos por un velo de misterio, y a veces también de un fresco humor negro, que no puede dejar indiferente a nadie.

Y qué decir también de CATARINA. La única persona que conozco capaz de contar un chiste en un velatorio y salir indemne. Ha sido la sonrisa de nuestro aula durante estos tres años. Siempre con su buen humor y cercanía como carta de presentación (bueno, escepto las tres o cuatro veces que andaba estresada por lo exámenes)...porque Catarina también es una persona con un nivel de autoexigencia que da miedo, una fe en si misma que mueve montañas, y una capacidad de trabajo inagotable. Una alumna imposible de olvidar. El aula sin ella nunca volverá a ser la misma.

Aunque para fe en si misma, CRISTINA se las trae también. Luchadora nata, con capacidad de superación a prueba de bomba, nuestra Adele y sus tan peculiares dibujos, entre el naif de Rosseau y los dibujos animados. Pero sus dibujos, peculiares, únicos y cada vez mejores, se quedan pequeños cuando la oyes cantar...Cristina es pequeñita pero siempre hace unas perspectivas con el punto de vista muy alto, como si midiera tres metros...empiezo a pensar que no se trata de un error...

También tenemos a IAGO, nuevo este año, pero que se ha amoldado a una clase de tan buenos alumnos con tanta discreción como naturalidad. En diseño, algunos de sus trabajos han sido rotundos, perfectos, dignos de un profesional. Pero lo mejor ha sido esa manera de hacerlos, como quien no quiera la cosa, mostrando una valía grande, una capacidad que asombra en un alumno que ha tenido esa pequeña (para él) desventaja sobre los demás.

Y en cuanto a superación, a capacidad de mejora y a mejora en sí misma, seguramente si hay que hablar de alguien es de SAMUEL. Otro alumno que ha mostrado una progresión espectacular, hacia trabajos cada vez más rotundos, creativos y precisos. Sencillos pero potentes. Un a persona que sabe escuchar, afable, paciente y conciliador. Y con una capacidad que crece cada día y cuyo techo sube unos centímetros más a cada momento. Otro que deja un gran hueco entre estas cuatro paredes.

Y por último, está ARIADNA. Si es que lo que llaman talento existe, no hay duda de que nuestra Isabella Rosellini tiene para repartir y regalar. Una factoría de brainstorming, una fuerza expresiva...un ejército de una sóla persona, capaz de hacerse con cualquier lenguaje creativo en poco tiempo, y además (y eso ya es más infrecuente) de ponerlo generosamente al servicio del colectivo, de funcionar como una pieza de una máquina o como la máquina entera según lo requiera la ocasión. Una de las personas que más vacía va a dejar la clase, y el instituto. Otra de las piezas para la que no hay recambio posible...


Y en fín, por si fuera poco sufrir todas estas bajas en mi aula, que hoy me ha parecido más triste que nunca, también han abandonado la casa de gran hermano otros muchos exalumnos de los que también tendría muchas cosas buenas que decir, pero si empiezo voy a tener que volver en septiembre... No me da tanta tanta tanta pena, porque me he ido quitando estos años en los que no me han acompañado tan de cerca, pero a los que también recordaré siempre, porque con ellos me sumergí, para bien y para mal, en este MGB: Samuel, Orquídea, Jesús, Otero, Fran, Manuel...

Espero que os vaya muy bien, y que no perdais nada de todo eso que echaremos siempre de menos, aunque de alguna manera, se quede en parte entre estas paredes dentro de las que algunos seguiremos...

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